La economía mexicana está "íntimamente ligada" a la de Estados Unidos en cuanto a exportaciones, actividad turística y remesas, por lo que México enfrentará el impacto de la desaceleración del vecino país el año próximo que será "peor que 2008".
Susana Cardona
Después de la crisis que se dio a partir de el brote de influenza AH1N1 y a una inflación anual de 5.8 por ciento, el presidente del Centro de Estudios Económicos de Sector Privado, Héctor Rangel Domene, en conferencia de prensa, declinó dar una expectativa para 2009, sin embargo consideró que será un año más difícil que el 2008, según la profundidad de la desaceleración en Estados Unidos.
Debido a que en el 2008 México finalizó con una inflación anual de 6.53 por ciento, la más alta en ocho años, por el incremento en precios de mercancías y de productos agropecuarios, mientras que la expectativa del Banco de México era cerrar el año en alrededor de 6.0 por ciento, la situación económica se fue complicando para los consumidores.
En 2007 la inflación también cerró por arriba de la meta prevista por el Banco de México de 3.0 por ciento +/- un punto porcentual, al finalizar ese año en 3.76 por ciento, mientras que en 2006 llegó a 4.05 por ciento.
Sin embargo, el dato de 2008 es el más elevado de los últimos ocho años, debido al impacto por alzas en los precios internacionales de los commodities, de alimentos procesados y de algunos productos agropecuarios.
Rangel recalcó que la economía mexicana esta "íntimamente ligada" a la de Estados Unidos en cuanto a exportaciones, actividad turística y remesas, por lo que México enfrentará el impacto de la desaceleración del vecino país el año próximo que, según dijo, será "peor que 2008".
miércoles, 10 de junio de 2009
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