jueves, 19 de febrero de 2009

El FMI advierte de "una segunda vuelta" en la crisis bancaria

Straus-Kahn aboga por combatir los paraísos fiscales por la vía fiscal como se hizo con Al Capone

EUROPA PRESS - París - 19/02/2009

Si algo tiene esta crisis financiera, además de mostrar un gran calado y alta velocidad, es su facilidad para seguir dando sorpresas. Y siempre a peor. Así, tras revisar hace apenas tres semanas sus previsiones de crecimiento para la economía mundial en 2009 del 2,2% hasta un exiguo 0,5%, hoy el presidente del FMI, Dominique Straus-Kahn, ha advertido de que las cifras que han llegado después de publicar estas proyecciones "no son buenas". El resultado, aunque este avance de medio punto hablando a escala mundial ya se considera recesión, es que el dato definitivo podría "aproximarse a cero". En resumen: la crisis más severa desde la II Guerra Mundial.

En una entrevista que hoy publica el diario galo Les Echos, Straus-Khan asegura que "la situación es bastante clara. El año 2009 ya se ha jugado en buena medida y será muy malo". Por regiones, la peor parte se la llevan los países avanzados, con una recesión del orden del 2%. Strauss-Kahn teme igualmente un segundo shock bancario debido a una degradación de la coyuntura. "Sí, es posible un efecto de segunda vuelta", admite recuperando una hipótesis que había pasado a segundo plano en los últimos meses tras circular por los corrillos financieros durante finales de 2008.

Además, en un acto posterior en París, Straus-Kahn ha augurado que en 2009 al menos un par de países acudirán al organismo en búsqueda de apoyo para evitar la bancarota, tal y como lo hicieran Islandia, Hungría y Ucrania el pasado año.

"La próxima previsión del FMI, en tres meses, bien podría aproximarse a cero", añade el responsable del organismo financiero internacional, que sitúa a principios de 2010 el inicio de la recuperación "si se dan una serie de condiciones", la primera de ellas relativa a las políticas públicas y de estímulo económico. En su opinión, "la chispa de las subprimes ha incendiado un polvorín" y, como consecuencia, los créditos que no eran malos al principio acabaron siéndolo debido al deterioro de la situación de los prestatarios.

El economista francés tampoco oculta su inquietud ante el regreso del proteccionismo, aunque cree que el de hoy no se manifiesta como el de los años 1930 a través de un aumento de los aranceles. "Cuando un país incita a sus banqueros, como contrapartida a una ayuda en forma de recapitalización o de garantía de depósito, a dedicar exclusivamente sus actividades de crédito a nivel nacional, es una forma de proteccionismo", explica.

Por otro lado, el presidente del Fondo se dice partidario de revisar el sistema económico mundial, subraya el "fracaso" del pensamiento "ultraliberal" y apuesta por un mercado financiero mejor regulado, pero no se trata de decir que es "el fin del capitalismo".

"Por ejemplo, la polémica sobre la remuneración de los directivos empresariales, que es legítima, no plantea el problema de la desaparición de la economía de mercado, pero sus reglas de funcionamiento tienen que tener cierta ética social", argumenta Straus-Kahn, que hace dos días reclamó el apoyo de los países para "reaccionar con dinamita" contra los paraísos fiscales y despedir a los ejecutivos de las instituciones financieras que han provocado la crisis.

Hoy, Straus-Kahn ha vuelto a insistir en la necesidad de acabar con los paraísos fiscales por la vía fiscal, como se hizo en el Chicago de los años 30 con Al Capone, al considerar que las actuales reglas prudenciales y de transparencia bancaria son insuficientes.

Por otro lado, para su homólogo al frente del BM, Robert Zoellick, "lo que empezó como una crisis financiera y se convirtió luego en una crisis económica ha devenido en una crisis de desempleo y (se desconoce) hasta qué punto va a pasar a ser una crisis humana y social". Además, según unas declaraciones que publica hoy Financial Times, advierte de que los pobres sean los más perjudicados por este deterioro. Según sus cálculos, ha arrojado a sobrevivir con menos de dos dólares al día a otros 53 millones de personas que se suman a los entre 130 y 155 millones que hubo en el 2008 debido a la carestía de los alimentos y el combustible.

Asimismo, Zoellick ha criticado la "desconexión" entre "la retórica de los dirigentes políticos que hablan de globalidad aquí y allá y sus políticas". Por ello, señala, "es posible que estemos casi al final del G7 y al comienzo del G20", pero agrega que mientras que este último grupo de países industrializados y emergentes es más representativo, "es demasiado grande para resultar eficaz".

Fuente: Diario El País, España. Ver original aquí

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