Anayelli Marlenne Carranza Cordova
La crisis económica por la que atraviesa el país afectó a 5.25 por cierto de la sociedad activa en abril de este año, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Geográfica (INEGI), lo cual nos indica que durante el periodo de la emergencia sanitaria a causa del brote de influenza porcina alrededor de unas 84 mil 500 personas quedaron desempleadas.
Estos indicadores nos demuestran que la tasa de desocupación solo ha sido superada en una ocasión, en febrero del 2009, con 5.30, y que es la más elevada que ha tenido el país desde hace 12 años, en octubre de 1996.
El sector agropecuario, por citar un ejemplo, ha sido uno de los tantos afectados por la destrucción de la riqueza y la participación de su planta laboral.
En los últimos meses hubo una reducción de 13.2 a 12.3 por ciento de las ocupaciones. Debido a esto, el coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), José Luís González Aguilera, sugiere crear proyectos de producción, donde los agricultores reciban apoyos económicos para realizar sus trabajos y tener una mejor calidad de vida, además de evitar que estos apoyos sean otorgados a las grandes empresas dejando de lado a los campesinos que realmente necesitan la ayuda para seguir produciendo, pues hasta el momento se le ha dado preferencia a las macro empresas y no a los agricultores de las zonas marginadas.
El trabajo agrario como el de las industrias manufactureras, de construcción y otros tantos, necesitan de apoyos con fuerza por parte del Gobierno para poder afrontar los problemas a los que se enfrentan.
Nuestro país lo que necesita, más que estrategias políticas para persuadir a la gente, son acciones y soluciones que ayuden a que día a día México crezca y salga adelante.
jueves, 28 de mayo de 2009
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