miércoles, 5 de mayo de 2010

Un periodista de números

Por Miriam Pulido Robles

PIB, inflación, porcentaje, cotizaciones, son palabras comunes en la sección de Economía de cualquier medio de comunicación, quizá esta es la menos comprendida por la mayoría de la audiencia, ¿por qué será?

En repetidas ocasiones al leer una noticia económica o alguna que tenga que ver con cifras podemos caer en la ambigüedad de su estructura y sólo ver números que no expresen una realidad cercana a nuestra vida. El problema no está en la forma de tratar el tema, la redacción o la falta de interés tanto del periodista como del lector en el punto de la nota, sino en la función real en la que podemos aplicar dicha información.

Todos los temas que se presentan en un medio de comunicación siempre tienen que tener un fácil entendimiento y una aplicación útil en la vida del lector o radioescucha, de esta forma el periodismo económico es un tema elitista, usa términos, cifras y adjetivos que van dirigidos a un sector especial, el cual le interesa el tema, sabe del tema y busca una aplicación en su cotidianidad.

No todos los periodistas pueden ser periodistas económicos; para mí es una especialidad, si bien todos tenemos un conocimiento básico en temas económicos, no es suficiente para aclarar totalmente al usuario del medio los términos utilizados en su noticia.

La formación de un periodista de economía tiene que estar enfatizada en el manejo de este tipo de temas, también en la redacción y principalmente en el compromiso con la sociedad, sea cual sea la sección del medio para en que trabaje. Se ha dicho que un economista puede ser mejor periodista que el estudioso del periodismo, sólo faltaría un curso de redacción para que este economista entienda la producción de noticias.

Otra opción es la formación de periodistas especializados, con un curso de economía que pueda entender, digerir y explicar en sus textos la actividad social.

El perfil del periodista económico se va formando según este comience a hacer su camino en la profesión, es para quien le interese y se desenvuelva exitosamente, quien se responsabilice de hacer de calidad y sencillo su trabajo.

2 comentarios:

  1. Si la función de los periodistas es presentar la información tal y como la obtienen de la fuente, creo que cualquiera puede penetrar en los campos donde la información económica tenga lugar. Sin embargo, si la función de estos es digerir la información y posteriormente entregarla a la sociedad, lo cierto es que no cualquier periodista lo hará cabalmente.
    La información económica debe ser tratada con delicadeza por quien la haga pública. Sin embargo, la información económica es muy ambigua. ¿Vamos a analizarla desde un punto de vista neoliberal? ¿Fundamentaremos nuestra crítica en la teoría marxista? ¿El keynesianismo se apega con mayor fidelidad a el comportamiento real de los fenómenos económicos? No hay una respuesta concreta.
    Para llegar a conclusiones sobre la teoría económica, tenemos como condición necesaria, que conocer los diferentes enfoques por los que la información económica es abordada y como condición suficiente, basarnos en argumentos sólidos para sustentar nuestro análisis desde una u otra postura.
    Yo asumo la postura marxista, puesto que considero que es en la base económica donde se construye la superestructa, esto es, a partir de la base económica emergen la religión, las instituciones, el derecho, las artes, etc. Sin embargo,siendo modestos, no son las condiciones económicas las que la generan sino que nacen cimentadas en ella.

    Así pues, los indicadores pueden decirnos lo que queremos que nos digan o no revelar nada sobre la realidad. Yo, como economista en ciernes, tengo la osadía de afirmar que la crisis griega en última instancia no es una crisis en la que la causa más importante sea el déficit público que mantuvo el gobierno del país mediterraneo durante muchos años, sino que la crisis es una coyuntura necesaria para el funcionamiento del modelo capitalista.
    La importancia, con respecto a la crisis griega, no radica precisamente en que haya sido Grecia la víctima, sino que existe una clase dominante y un gobierno opresor que se valen de la democracia para incrementar la acumulación de capital.
    Es importante también, al hacer una crítica sobre la crisis de Grecia, dejar claro que tal nación(desde el punto de vista neoliberal) no ha llegado a convertirse en un país de centro, sino que se encuentra en las antípodas y sigue siendo parte de periferia, como los paises tercermundistas de latinoamérica. Entonces, tal vez Grecia debería ser abordado desde el estructuralismo de la CEPAL y no desde la ortodoxia neoliberal, para llegar a una solución en la que las clases que legitiman al Estado obtengan los beneficios.

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  2. Los temas económicos pueden ser tratados por cualquier persona, he tenido experiencias en las que personas sin más educación que las que les ha dado la vida, argumentan lo mismo que grandes premios nobel, sin entrar en complicaciones matemáticas. ¿Puede hacerlo éticamente un periodista común? No. Cuando un periodista común haya interpretado fehacientemente la relidad económica habrá dejado de ser solo un periodista y la sangre del científico social habrá comenzado a regarse en sus entrañas.

    El buen Marshall (con quien muy poco comparto) en uno de sus escritos que pasaron a la posteridad afirmó:

    “ El estudio de la economía no parece exigir ningún don especializado de un orden excepcionalmente superior. ¿No es una disciplina muy fácil comparada con las ramas superiores de la filosofía o la ciencia pura? Una disciplina fácil de la que muy pocos sobresalen! La paradoja talvez tenga su explicación en que el economista experto debe poseer una rara combinación de dones. Debe ser en cierta medida matemático, historiador, estadista, filosofo. Debe comprender los símbolos y hablar en palabras. Debe contemplar lo particular desde la óptica de lo general y considerar en un mismo razonamiento lo abstracto y lo concreto. Debe estudiar el presente pensando en el futuro. Ningún aspecto de la naturaleza del hombre o de sus instituciones debe quedarse al margen de su consideración. Debe ser simultáneamente decidido y desinteresado; tan distante e incorruptible como un artista y, sin embargo a veces tan cerca del suelo como un político”.


    No vale la pena perdernos en tantos tecnicismos, no importa si las bolsas suben o bajan. La verdadera importancia radica en lo que hay detrás de esa información. De manera esquemática, detrás de las bolsas hay un capitalismo financiero, detrás del capitalismo finaciero hay una actitud especulativa, detrás de la actitud especulativa está el supuesto "egoismo racional", detrás del egoismo racional está la degradación del ser humano. Entonces, ¿que importa si las bolsas suben o bajan? La discusión fundamental debería centrarse en disgregar los instrumentos que el sistema ha diseñado para mantenerse en pie, tanto exógena como endógenamente.
    ¿A quién de nosotros afecta directamente si las bolsas suben o bajan? A nadie. ¿A quien de nosotros impacta indirectamente? A todos.
    Los economistas deben penetrar en el mundo del periodismo para alzar la voz y los periodistas deben penetrar en el mundo de la economía para ser conscientes de quien será favorecido por esa voz, pues solo siendo conscientes de la realidad objetiva podremos transformarla.

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