martes, 18 de mayo de 2010

Pymes: trabajar para sobrevivir

Alejandra Valenciano

Los indicadores más recientes sobre la actividad económica en México son positivos y pronostican para este año un crecimiento del 4 al 5 por ciento, según el informe semanal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Dicho informe menciona que el país emprende el proceso de recuperación que pondrá fin a la recesión que desde el año 2008 hace tambalear la economía nacional.

Sin embargo, pese al buen augurio anunciado por la dependencia, en el sector industrial existe la incertidumbre respecto al futuro económico de las pequeñas y medianas empresas (pymes). En este sentido, Roberto Marín, empresario que desde hace 35 años se dedica al ramo de la tapicería, confiesa que de dos años atrás a la fecha ha sentido los duros efectos de la recesión económica; debido a ésta, el poder adquisitivo de la empresa decreció considerablemente y, en consecuencia, el margen de ganancia también tuvo una reducción importante.

“Ahorita no podemos pensar en ganar mucho, trabajamos para sobrevivir. Para seguir teniendo trabajo es necesario mantener los mismo precios de los productos; si los aumentamos, definitivamente perdemos el trabajo. Sin embargo, el costo de los insumos que utilizamos sí sube, y a marcha acelerada. Es algo que frena el crecimiento de tu empresa, así no se puede”, explica.

Respecto al personal que trabaja en la empresa, Roberto lamenta no poder ofrecerles mejores oportunidades laborales, y nostálgicamente recuerda que en años pasados los empleados podían percibir un aumento en su sueldo cada 6 meses: “Ahorita no hay de otra, y ellos son conscientes de la situación. Esto limita el poder adquisitivo de las personas, su consumo, porque lo que ganan no va a la par con los aumentos en los productos básicos".

De prestaciones médicas y vivienda, ni hablar: “Entre más gastos tiene una empresa es más difícil sostenerse. Ahorita los ingresos no dan para eso. En un momento dado no podríamos pagar y quién va venir a solucionar nuestros problemas, si la economía cada vez está peor”, menciona el empresario.

Roberto, que siempre ha trabajado para personas extranjeras con un alto poder económico, comenta que en los últimos años sus clientes también han cambiado: “Antes la gente simplemente contrataba el trabajo sin siquiera solicitar presupuestos, ahora la gente cuida más su dinero, incluso aquellos que tienen mucho. Aún cuando ya tienen un buen tiempo con nosotros, existe la amenaza constante de perder al cliente, que prefiere sacrificar la calidad del producto, para ahorrarse un poco”.

Para los dueños de las pymes, las esperanzas de una mejora en materia económica son escasas y se muestran incrédulos ante los favorables pronósticos gubernamentales. Sin embargo, su única opción es buscar alternativas para mantener activa su empresa, elevar sus utilidades y mejorar las condiciones laborales del personal.

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