martes, 17 de noviembre de 2009

Periodismo económico y financiero

Por Ana López Delgado

¿Es necesario que un periodista que se dedica a la información económica sea economista? No, es necesario que un periodista especializado en economía sea competente, entendiendo el término como idoneidad para hacer algo. No se necesitan juristas, economistas, médicos o artistas para escribir noticias de estas disciplinas. Ellos son las fuentes de información, los encargados de enriquecer la noticia con sus estudios y declaraciones, pero no les corresponde – o al menos no debería ser así- dar forma a la información para hacerla accesible al público.

¿Alguien entendería que un cirujano cardiaco no fuese capaz de operar una apendicitis? De los profesionales en las distintas disciplinas se espera que sepan desenvolverse. Por ello un periodista ha de ser capaz de escribir notas económicas, culturales y políticas. No es un experto, pero acude a ellos para informarse, interiorizar ese conocimiento y difundirlo.

No se necesita ser un especialista para poder trabajar en un determinado tema, ahora bien, se necesita rigor, precisión, entender las noticias para ser crítico y no repetir la información ofrecida por las fuentes. Un periodista, de forma independiente al área en el que trabaje, debe reciclarse de forma constante, pues forma parte de un gremio en el que se sabe un poco de todo, pero no es capaz de profundizar en nada. Pero ¿eso acaso supone un problema? No si todo lo que interpreta lo hace con rigor, inteligencia y honestidad. Es incomprensible que un lector esté mejor informado que un profesional de la información o que, quien se dedique a los medios, no tenga una noción general sobre la actualidad informativa.

Muchos son los debates que tienen ocasión en la actualidad en escuelas de comunicación acerca del futuro del periodismo. La muerte de los periódicos convencionales, pronostican los más pesimistas, una oportunidad para la comunicación, celebran los más entusiastas. Lo cierto es que a pesar de que las nuevas tecnologías han acelerado el cambio, la renovación en la prensa escrita era necesaria.

Se habían perdido los grandes narradores de noticias, los medios de comunicación dejaron de escuchar los intereses de quien los mantiene vivos: el público. Los nuevos medios creados a través de Internet sí lo hicieron y por ello, entre otras cosas, son los más demandados. La capacitación en el gremio periodístico se había perdido. Por poner solo un ejemplo, Leopoldo Alas Clarín, autor de La Regenta, trabajó como periodista en varias revistas y periódicos. Es una incongruencia que en la era de la información, donde el acceso a la cultura es más rápido que en cualquier otra época histórica, los periodistas, o al menos un amplio sector del gremio, estén menos preparados que nunca para ser críticos con la sociedad que les rodea. La profesión periodística no es un profesión cualquiera, implica un nivel de conocimiento

No existe una fórmula milagrosa que conserve a los periódicos, sólo el rigor, la veracidad y la calidad informativa. Para hacer posible esta ecuación no se necesita ser un experto en la disciplina, pero sí ser capaz de ofrecer la cantidad y la calidad de información que las sociedades actuales merecen.

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