Una pequeña imprenta es el motor de la economía familiar
Don Robert es un ejemplo de que “cuando se quiere hacer algo productivo en la vida, no necesitas 10 años en la escuela, necesitas aprender en la vida”.
Por Sara Gutiérrez
La experiencia que adquirió cuando trabajó en una imprenta le ayudó a entender cómo se manejaba este negocio y comenzaron a surgirle ideas que él mismo podría implementar, lo que hizo realidad hasta casi diez años después.
Con dos hijos pequeños que mantener, Roberto Colín Bolaños se dio cuenta que el ameno oficio de taquero que hasta entonces tenía, no le daría los beneficios económicos que necesitaba, por lo que decidió iniciar su propia imprenta.
“Puedo decir que no me equivoqué cuando decidí que fuera una imprenta, digo, no soy millonario, pero, mucho o poco, siempre hay trabajo… por lo menos por las fiestas, siempre hay quien quiera mandar a hacer invitaciones”, comentó ante la consulta de por qué elegir esa empresa.
Según don Robert, las cosas no han sido tan fáciles desde que la famosa crisis llegó a México, y los precios de varios productos aumentaron tanto en el hogar como en el trabajo: “El incremento de precios en papel y tinta, que son importados de otros países, influye mucho para que nosotros también debamos aumentar el costo de los trabajos que hacemos”.
Gran parte de la población no asimila lo que representa mantener una empresa propia e incluso se sorprende cuando los aumentos de precio se registran en productos que no son alimentos o servicios básicos, explica.
Impreco –así se llama la imprenta- es un negocio pequeño que inició para beneficio de su familia y con el tiempo se ha hecho una empresa familiar: la hija de Roberto estudió Administración de Empresas y su hijo Diseño Gráfico.
“De alguna manera mi negocio los llevó a estudiar eso, y estudiar eso los llevó a mi negocio. Yo no los veo tanto como empleados, sino como personas capaces de hacerse responsables porque saben hacerlo… algún día yo no estaré y ellos ya van a saber cómo manejarse por su cuenta”, comenta el microempresario.
La imprenta ha pasado por momentos difíciles debido a situaciones tanto personales como empresariales. Sin embargo, don Robert está convencido de que la mejor manera de salir adelante es por cuenta propia, ya que eso permite trabajar bajo las condiciones a las que se pueda adaptar en cada etapa y sin la necesidad de depender de algo más que su trabajo constante: “Yo no estudié más de la secundaria y sin embargo salí adelante… las cosas ahora son para quienes trabajan duro y le buscan la manera”, concluye.
viernes, 21 de mayo de 2010
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