martes, 23 de febrero de 2010

El trust, exitoso enemigo del secreto bancario


Myret Zaki

El mercado de la evasión fiscal, estimado en 13,7 billones de dólares, está en el epicentro de una guerra comercial despiadada. Frente a sus competidores anglosajones, Suiza obtendría ventajas de sacar a la luz el fondo económico del debate, sugiere Myret Zaki.
¿A quién beneficia el crimen? Esta es la cuestión que plantea la periodista económica en su nuevo libro ‘Le secret bancaire est mort, vive l’évasion fiscale’.


Entrevista.


Anteriormente Zaki, renombrada periodista económica en Suiza, ya había analizado el desastre del banco UBS en los Estados Unidos.

¿Y cuál es su respuesta? Los principales beneficiarios son las jurisdicciones anglosajonas, en las que prosperan los ‘trusts’. Estas estructuras financieras opacas son, según sus propias palabras, los “instrumentos reyes” de la evasión fiscal. Por ‘trust’ se entiende una unión de sociedades o empresas cuyo objeto es dominar el mercado para imponer precios y condiciones de venta.

El mercado de la evasión fiscal fue estimado por la ONG Tax Justice Network en 11,5 billones de dólares en 2005. Según Myret Zaki, hoy representa alrededor de 13,7 billones. O sea, algo menos que el PIB de los Estados Unidos.

En relación a tal suma de dinero, la actividad de la plaza financiera suiza es marginal. En 2008, gestionaba unos 2,2 billones de fondos privados extranjeros, de los cuales aproximadamente la mitad no declarados.

Según la influyente periodista, a los argumentos morales esgrimidos por los países vecinos en el debate en torno al secreto bancario, Suiza debería oponer una cierta resistencia. Berna debería igualmente reivindicar la igualdad de trato y no ceder, ni mucho ni demasiado rápido, a las fuertes presiones internacionales.

swissinfo.ch: Usted propone una lectura de los hechos recientes bajo el prisma de una “guerra económica”.

Myret Zaki: Tome el ejemplo de los Estados Unidos: la administración Obama y demócratas como el senador Levin han constatado que existen abusos notables en las Islas Caimán y otras islas del Caribe. A pesar de ello han elegido concentrarse exclusivamente en atacar a Suiza. Ningún banco americano ha sido acosado como lo fue el UBS, pues quisieron dar un ejemplo con su caso.

Cuando los americanos actúan, lo hacen únicamente en relación a las industrias financieras de otros países y nunca se enfrentan a, pongamos por caso, los banqueros de Florida, que acumulan grandes fondos, en particular mexicanos. El UBS no gestionaba más que el 1% de la evasión fiscal americana. ¿Y qué se hizo respecto al 99% restante? Nada.

swissinfo.ch: ¿Y cuál es el papel de Londres?

M.Z.: Desde siempre, las plazas financieras de Londres y Suiza han sido rivales, pero era una especie de ‘guerra honesta’ en la que cada uno intentaba competir con el otro en buena ley. Ambos países actuaban en un mismo mercado, el de la gestión de fortunas extranjeras, y tenían métodos de trabajo diferentes.

Pero ahora, los británicos han trabajado mucho en el seno de la Unión Europea (UE) y la OCDE para que Suiza armonice su fiscalidad y deje de representar una competencia temible para Londres. Por su parte, han protegido celosamente el mercado de los eurobonos. Aparte, han tenido buen cuidado de mantener la competitividad de las islas anglo-normandas como sede de ‘trusts’ y fundaciones, que permiten prácticas opacas para estas estructuras.
Por ejemplo, la Isla de Jersey nunca ha intercambiado informaciones acerca de un ‘trust’.

swissinfo.ch: ¿Puede decirse entonces que el actual ataque al secreto bancario suizo es fruto de una estrategia concertada por parte de los países anglosajones?

M.Z.: Digamos más bien que el fin del secreto bancario suizo ha sido provocado y acelerado de manera brutal por razones principalmente económicas y comerciales. Se ha dado una conjunción entre los intereses de las principales plazas financieras de Suiza –como pueden ser el Reino Unido y sus jurisdicciones anexas, aparte de Estados Unidos y el Caribe– y los intereses de los países europeos en recuperar los fondos depositados en estas plazas financieras.

swissinfo.ch: El G20, la OCDE o incluso la UE han utilizado argumentos morales para atacar a Suiza. ¿Por qué se callan ante los ‘trusts’?

M.Z.: La única explicación es que la OCDE elabora ella misma las listas grises y negras, decide sola quiénes son los buenos y los malos alumnos y determina quienes son transparentes o no. Y este organismo está mayormente controlado por los británicos y los americanos. Sus decisiones se toman en función del peso político de sus miembros y las grandes plazas financieras son igualmente Estados fuertes, que pueden hacer mucho para protegerse.

swissinfo.ch: De su libro se desprende la impresión de que Suiza es víctima de un tratamiento injusto. ¿Pero tiene los medios para defender su posición?

M.Z.: Ciertamente, le es muy difícil defender sus intereses. Pero Suiza a cedido demasiado rápido en el caso UBS y ha reaccionado de una forma demasiado sumisa ante la OCDE. Las convenciones que ha renegociado van todas en la dirección que conviene a los intereses de la OCDE, mientras que las prácticas de la evasión fiscal son hoy marginales a escala mundial.


swissinfo.ch: Usted escribe también que Suiza ha sido una “presa fácil”. ¿Cuáles fueron los principales errores de la plaza financiera helvética?

M.Z.: El error fue, posiblemente, pensar durante demasiado tiempo que el secreto bancario podía durar mucho más en el contexto actual. Hoy en día, la confidencialidad vale oro. Ya no es posible, en la práctica, obtenerla sin pagar un precio extremadamente alto. Y lo cierto es que el secreto bancario no es más que una ley territorial, y por ello muy vulnerable. Con ataques en la prensa internacional resultó fácil causar daños muy serios.

swissinfo.ch: Los debates sobre el intercambio automático de informaciones bancarias hacen furor. ¿Qué actitud debería adoptar Suiza en este tema?

M.Z.: Lo que hubiera debido hacer es pedir un acceso a los servicios financieros de la Unión Europea a cambio únicamente del intercambio de informaciones a pedido. Y sin embargo, Suiza está a punto de acordar el intercambio automático de informaciones, lo que es un precio demasiado elevado para tener acceso al mercado europeo de servicios financieros.

Carole Wälti, swissinfo.ch
(Traducción: Rodrigo Carrizo Couto)

Fuente:Swissinfo.ch Ver original aquí

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